viernes, 28 de febrero de 2014

Cuando el corazón se rompe sin avisar


  • Cada año 50.000 personas fallecen por paro cardiaco en España. Muchas de ellas, sobre todo hombres, mueren súbitamente
  • El tabaco y los malos hábitos son los principales responsables

  • Un pinchazo, una leve molestia en el brazo, algo de presión en el pecho, mareos o una sensación parecida a una indigestión.Y es que la muerte súbita es sibilina, ya que en algunos casos ni si quiera avisa, se produce un cambio de ritmo en el corazón que impide que lata. En la mayoría de los casos sólo una reanimación pulmonar o el uso de desfibriladores puede evitar que el ataque al corazón termine en muerte. Todo ocurre en apenas unas horas, en ocasiones ni siquiera eso, sólo unos minutos. No da tiempo a despedirse.


    «Cada segundo es vital y una persona que sea capaz de mantener los latidos de forma artificial, por pocos conocimientos que tenga, es clave», apunta Jorge González Armengol, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), y es que desde que empiezan los primeros síntomas «pueden transcurrir apenas 10 segundos antes de desmayarse o perder el conocimiento». Es lo que se conoce como anoxia cerebral –falta de oxígeno en el cerebro–. Y es que los hombres tienen muchas más probabilidades que las mujeres de sufrir un fallo cardiaco; es más, su aparición se retrasa cerca de diez años porque «ellas están protegidas durante la edad fértil gracias a las hormonas», apunta el presidente de la SEC. Detrás de esta «protección» también hay motivos socioeconómicos, aunque la mujer cada vez fuma más, y las diferencias se van acortando.



    Pero ¿es posible conocer nuestro riesgo cardiovascular? A partir de los 40, no sólo hay que controlar el ejercicio que hacemos, lo que comemos, sino que también es importante hacerse pruebas específicas para medir el estado del corazón porque «si se da la muerte súbita antes de los 35 años, suele estar vinculada a problemas congénitos. Es importante revisar los antecedentes familiares por si existe un historial de infartos frecuentes», añade González Armengol.Es importante saber que evitar los factores de riesgo reduce en hasta un 95 por ciento el riesgo de que el corazón se detenga.


    Analizaron a 567 hombres que habían sufrido una parada cardiorrespiratoria súbita y descubrieron que en el 53 por ciento de los casos habían experimentado algún aviso previo: dolor en el pecho, problemas respiratorios o mareos. Todos aparecieron entre cuatro semanas y una hora antes de la parada. Así, las llamadas de alerta aparecieron en más de la mitad, pero para el resto pasaron desapercibidas o no se produjeron.