Las patologías mentales y físicas suponen un impacto en la vida de los familiares de los afectados, pero el nivel es mayor en las familias que poseen un miembro con una enfermedad mental, ya que sufren más discriminación, concluye una investigación elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Así, el trabajo publicado en Psychological Medicine estima el grado en que un miembro de la familia puede sentirse avergonzado cuando un familiar cercano sufre una adicción al alcohol o las drogas, o problemas de salud mental frente a una enfermedad médica. Los resultados muestran que tanto los trastornos mentales como físicos suponen una carga para los familiares. «Pero lo más notable es que los familiares de pacientes con patologías mentales tienen más estigma que los de trastornos físicos», añade Alonso.
Hasta la fecha, la mayoría de los estudios han considerado la vergüenza interiorizada por el individuo afectado y el estigma en la sociedad, pero no han evaluado estos sentimientos de la familia en un estudio a gran escala.
Además, los autores señalan que estas conclusiones -que tienen en cuenta el contexto del país- se establecen como una tendencia internacional y que el estigma se debe «claramente» a que el familiar padece trastorno mental. «Por tanto, sugerimos que las campañas antiestigma incluyan también a los familiares como población diana», sostiene Alonso.