V766 Centaurii es una estrella hipergigante que, si estuviera colocada en vez de nuestro Sol, se comería gran parte del Sistema Solar, alcanzando su superficie más allá de la órbita de Júpiter. Su diámetro es 1.300 veces el diámetro solar, su masa equivale a 39 masas solares y su luminosidad es casi un millón de veces superior a la de nuestra estrella. Este monstruo, como han dado a conocer con detalle las observaciones desde el telescopio VLTdel Cerro Paranal (Chile) del Observatorio Europeo Austral, es una de las 10 mayores estrellas conocidas, y su vida acabará dentro de poco (aunque "poco", en términos astronómicos, quiere decir que puede ser no antes de un millón de años).
El equipo internacional de astrofísicos dirigido por Olivier Chesneau, del Observatorio de la Costa Azul de Niza (Francia) ha utilizado técnicas empleando varios telescopios del conjunto VLT (Very Large Telescope, "telescopio muy grande", que se compone de cuatro telescopios con espejos de 8,2 metros de diámetro cada uno), que permiten combinar su potencia para alcanzar el equivalente a un telescopio de 120 metros de diámetro. Las nuevas observaciones, que se suman a otras realizadas en los últimos 60 años de esta estrella variable, permiten entender mejor cómo funciona, aunque se encuentra a 12.000 años luz de la Tierra, en regiones algo más cercanas que el Sol al centro de nuestra Galaxia. Y es tan luminosa que incluso se puede ver a simple vista en la constelación del Centauro.
La cercanía de esa estrella le permite arrastrar parte de la materia que escapa de la hipergigante.