La propagación de un tumor desde su lugar de origen a otras partes del cuerpo es responsable de 90% de las muertes relacionadas con el cáncer.
Un equipo de científicos, dirigido por el investigador David D. Schlaepfer, de la Universidad de California-San Diego, en EE.UU., ha descubierto que una proteína implicada en la promoción del crecimiento tumoral y la supervivencia de los tumores también se activa en los vasos sanguíneos circundantes, lo que posibilita que las células cancerosas se diseminen por la sangre.
Los vasos sanguíneos están revestidos con células endoteliales, que forman una barrera de permeabilidad ante las células y moléculas circulantes. «Nuestros estudios muestran que la inhibición farmacológica o genética de la proteína endotelial quinasa de adhesión focal o FAK , evita la propagación del tumor mediante la mejora de la función de barrera del vaso», asegura el autor del trabajo que publica «Journal of Cell Biology».
En concreto, los investigadores encontraron que la inhibición selectiva de FAK en las células endoteliales impidió la metástasis tumoral espontánea y las alteraciones en el tamaño del tumor. Schlaepfer está explorando si las dianas como FAK, que tiene importantes funciones reguladoras en las células tumorales y en los vasos sanguíneos, podrían proporcionar un doble mecanismo para prevenir el crecimiento y la propagación del cáncer.