Responsables de la misión confirman que la sonda cruzó la última frontera y se adentró en el espacio profundo el 25 de agosto de 2012, algo que no había logrado hasta ahora ningún artefacto humano.
La nave espacial Voyager 1, lanzada al espacio por la NASA en 1977, ha cruzado, por fin, la última frontera del Sistema Solar y se ha adentrado en el espacio interestelar, algo que no había logrado hasta ahora ningún artefacto humano. Esto es lo que afirman responsables de la misión, que han publicado en la prestigiosa revista Science nuevos datos proporcionados por la sonda que consideran «concluyentes», datos que indican que la nave abandonó la heliosfera, la burbuja invisible de partículas cargadas que emite el Sol en todas direcciones y que envuelve nuestro sistema planetario, hace más de un año, alrededor del 25 de agosto de 2012.
La Voyager 1 se encuentra ahora a 19.000 millones de kilómetros de nuestro Sol, donde nada proveniente de nuestro mundo había llegado jamás. Pero, ¿en qué lado de la barrera, dentro o fuera del Sistema Solar? El debate comenzó el 25 de agosto de 2012, cuando los instrumentos de la Voyager 1 registraron una fuerte caída, cercana a cero, de los rayos cósmicos que se producen dentro de la heliosfera, al mismo tiempo que detectaban un incremento de los rayos cósmicos que se producen en el frío, oscuro e inexplorado espacio profundo. Los astrónomos se entusiasmaron ante lo que parecía una señal clara del salto interestelar, pero no les quedó más remedio que reconocer que, entonces, no había evidencias suficientes para afirmarlo.