Una variante genética es especialmente perjudicial en las mujeres aumentando su riesgo
Numerosas investigaciones han asociado la variante genética ApoE4con un riesgo mayor de padecer la enfermedad de Alzheimer. La mutación es, por tanto, una vieja conocida para los especialistas en demencia, aunque sigue albergando incógnitas.
Una investigación apunta esta semana que su papel podría ser mucho más preponderante entre las mujeres. Según sus datos, publicados en la revista Annals of Neurology, en ellas ser portadoras de la variante duplica las posibilidades de sufrir deterioro cognitivo o Alzheimer, un efecto que no se observa del mismo modo en ellos.
Esta investigación analizó los datos de alrededor de 8.000 personas que habían participado previamente en estudios neurológicos.
En primer lugar, evaluaron una muestra con información clínica de unas 5.000 personas que no presentaban problemas de demencia al inicio de la investigación y la compararon con la de unas 2.200 personas que ya sufría un daño cognitivo leve al comienzo del estudio.
Después de tener en cuenta múltiples factores influyentes, los investigadores analizaron la presencia en la muestra de la variación genética del ApoE4 y, seguidamente, midieron su efecto si se tenía en cuenta el sexo de los participantes.
Sus resultados, subrayan los investigadores en la revista médica, mostraron que tener una copia de la variante genética elevaba significativamente el riesgo de Alzheimer en mujeres, pero no en hombres.
En una segunda fase de la investigación, este equipo de científicos estudió los análisis bioquímicos y de imagen de una muestra de unos 1.000 pacientes, lo que volvió a confirmar el efecto diferencial de ApoE4 en mujeres y hombres.
Ese hallazgo, remarcan los investigadores, puede ayudar a explicar por qué hay más mujeres que hombres con Alzheimer. Hasta ahora se creía que fundamentalmente esto se debía a que, de media, las mujeres viven más años que los varones. "Sin embargo, incluso después de tener en cuenta la edad, las mujeres parecían tener un riesgo mayor", ha subrayado Greicius en un comunicado.
ApoE4 interviene en el metabolismo de los lípidos y parece tener un papel importante en la acumulación de proteína beta-amiloide en el cerebro. En concreto, dificulta la limpieza de esta proteína, lo que favorece el avance de la enfermedad.
Según Greicius, su trabajo puede abrir la puerta a nuevos abordajes sobre el origen de la enfermedad, así como a nuevos fármacos mejor dirigidos. No obstante, como aclara García Ribas, "el riesgo no significa enfermedad".