El pasaporte, el Documento Nacional de Identidad (DNI), las huellas dactilares y el iris son varias de las medidas biométricas convencionales que se utilizan para identificar en los aeropuertos y otros puestos fronterizos. Sin embargo, en el futuro una nueva tecnología 'made in Spain' podría permitir identificar a un individuo por su olor corporal, gracias a las investigaciones del Grupo de Biometría, Bioseñales y Seguridad (GB2S) en el Centro de Domótica Integral de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
Tras analizar las muestras de trece personas -8 hombres y 5 mujeres-, los científicos comprobaron que existen patrones constantes de olor en un individuo. A pesar de que la tasa de error es elevada, un 15%, frente a otras más fiables como la toma de la huella dactilar o el iris, Gonzalo Bailador del Pozo coordinador de los análisis, asegura a EL MUNDO que «un refinamiento en los sensores y en los algoritmos podría servir como un nuevo método para identificar individuos».
Pero, ¿cómo se captura el olor de una persona? Gonzalo explica que «en el sensor hay un tubo de aire caliente que extrae el olor de la mano. Gracias a que cuenta con un espectrómetro de masas [una máquina que permite analizar la composición química de diversos elementos], el análisis se basa en identificar la cantidad de cada compuesto y la relación que hay entre ellos».
El tubo de aire caliente que hay en el sensor extrae el olor de la mano | UPM