sábado, 25 de enero de 2014

Las mujeres españolas sufren el doble de problemas mentales que los hombres

Más allá de los temas clásicos –ciclo reproductivo, trastornos de la alimentación, violencia doméstica o las diferencias entre grupos étnicos…–  atribuidos a la mujer en el campo de la psiquiatría, en la actualidad el papel del género comienza a ser analizado en todos los trastornos mentales, no sólo desde una perspectiva clínico-epidemiológica, sino también en cuanto al substrato neurobiológico, factores de riesgo, respuesta terapéutica, pronóstico, evolución, consecuencias sociales e implicaciones en los programas sanitarios.


Resulta curioso que las mujeres poseen una mayor esperanza de vida que los hombres, ponen en marcha mayor número de conductas preventivas, padecen en menor medida enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias adictivas, experimentan menor grado de accidentabilidad y, a pesar de todo ello, la sensación subjetiva percibida por parte de ellas sobre su bienestar, calidad de vida y estado de salud es significativamente peor que la que manifiestan los hombres.



Un dato importante es el de la interiorización o exteriorización de las emociones; los hombres son más “internalizadores” (muestran alteraciones fisiológicas sin expresión emocional patente) y las mujeres son más “externalizadoras” (muestran expresiones emocionales más evidentes, sin correlatos fisiológicos). Es evidente que estas diferencias en la capacidad de expresión y reconocimiento emocional en las mujeres las convierte en candidatas a una mayor vulnerabilidad para trastornos afectivos y de ansiedad.